Buscar solo lo más barato puede terminar en un dolor de cabeza. El tipo de cobertura y la compañía, factores clave.
Decidir cuál es el seguro más conveniente para el auto es una de las dudas más frecuentes entre los automovilistas. ¿Terceros completo o todo riesgo? ¿La póliza más económica, o una más cara pero que otorga mayor tranquilidad?
Los expertos coinciden en que la información que recibe el cliente tiene que ser clara y detallada. Debe saber a la perfección qué le cubre la póliza y cuál es la franquicia, es decir, en caso de siniestro el monto a partir del cual pagará la aseguradora.
En su opinión, los puntos fundamentales para no fallar en la elección de un seguro automotor son tres: optar por una empresa seria, buscar la mejor relación precio-calidad (sin perder de vista el punto anterior) y prestar especial atención al tipo de cobertura.
«A veces es mejor pagar un poco más y estar bien cubierto», recalcó. Ocurre que si la franquicia es muy elevada, por ejemplo, el cliente termina pagando los arreglos de su bolsillo. Además es importante el servicio: «Que tenga centros de atención y cobertura en todo el país, y que ofrezca aplicaciones móviles que agilizan los trámites».
Algunos consejos
Diversos abogados especialistas consultados para la nota coincidieron en los siguientes puntos:
-Priorizar los seguros contra todo riesgo. Son los que más a salvo mantienen el valor del auto, y se encarga la propia compañía por lo que el cliente no tiene que «luchar» con la del otro involucrado. Son los recomendados si el auto es nuevo, si se usa mucho o duerme en la calle.
-Pensar en una coberturade tipo Terceros solo si pasa la noche en cochera, o se usa poco.
-Prestar atención a las cláusulas del contrato. Muchas veces la persona contrata el seguro y no tiene claro qué cristales le cubre, si la cerradura está incluida, si tiene protección ante granizo, etc.
-Solicitar un presupuesto detallado de qué es lo que se va a contratar. Qué cubre y hasta qué monto.
-Las tarifas se pueden conseguir online, pero las precisiones conviene pedirlas personalmente. Leer todo lo que se firma.